Notas |
- Bautizado el 19 de enero de 1747 en la citada Iglesia por el párroco José Antonio Lami. Sus padrinos fueron Estéban Guerra y Dionisia Crespo, vecinos de Santa Lucía de Puntallana.
Ejecutoria de Nobleza en 1765, 9 sept., en La Palma, siendo Alcalde Mayor Mateo López de Léon, y escribano Santiago Albertos y Alvarez. Recurre a archivos de la Parroquia de San Juan Bautista, en Santa Lucía de Puntallana, y de la de Ntra. Sra. de las Nieves, en Santa Cruz de la Palma. Testigos de la ejecutoria: Bartolomé Pérez, vecino de S.C.de la Palma; Claudio Acosta de Lemos, Teniente de castellano del castillo de Santa Cruz de la Palma; Domingo Guerra Perdomo, Alcalde de Puntallana; Pablo de León, vecino de Mirca; Pablo de Cabrera y Monterrey, sacerdote de Santa Cruz de la Palma; Fabián Rodríguez Alvarez, vecino de Puntallana;
José de Acuña y Rojas, sacerdote de la Orden de Predicadores; Pascual Hernández del Cabo, vecino de Puntallana; Alejandro José Fajardo, párroco de San Salvador, S.C.de la Palma.
Se deduce que tuvo hermanos, por la Ejecutoria de Nobleza.
Abogado de los Reales Consejos.
Matrimonio en la iglesia de San Salvador, S.C.de la Palma. Sacerdote: Francisco Lemos. El párroco de Puntallana, Antonio Amaley, dio certificado de 2 de feb. de 1773 dando fe de haber realizado las debidas amonestaciones en la parroquia del novio. "Velados" en julio de 1775.
Diputado electo del Concejo (diputado del común) de S.C. de la Palma el 2 de enero de 1773; se trató de la primera elección de un Concejo Local en España, y fue también elegido diputado Antonio Miguel de los Santos. Fueron elegidos regidores Juan Jacinto de Silva, José Valcárcel Lugo Monteverde y Santiago Aubert; y síndico personero, Ambrosio Staford.
Carlos III creó estos concejos por Real cédula, y su implantación en La Palma provocó un grave conflicto entre la burguesía -favorable a los mismos- y la nobleza o familias tradicionales -que intentó impedir su creación por todos los medios.
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Compró las casas que habían sido fabricadas por Juan de GUISLA GONZÁLEZ ACUÑA en la calle Real, transmitidas a su hijo Francisco Jerónimo de GUISLA y luego al sobrino de éste José LAZCANO y GORDEJUELA. Las casas eran propiedad de los nietos de éste, entre ellos la esposa de Tomás, Beatriz. Las casas fueron valoradas en 26.500 reales de vellón, siendo 436 reales y 24 maravedíes la parte de Beatriz. Don Tomas de Abreu, además compró del apoderado de Don José Marquez de Aguiar, heredero del presbitero propietario y de su hermana María Velez de Aguiar, una casa vecina; y otras partes, pertenecientes a Cayetano Abreu Crespo, que formaron parte del patrimonio heredado por sus doce sobrinos. En el segundo cuarto de siglo pasaron a engrosar el todo del solar mediante sucesivas compras efectuadas a aquellos herederos.
[José PÉREZ GARCÍA, cronista oficial de Santa Cruz de La Palma]
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