Notas |
- Nació a las 11.20 AM en la casa paterna, calle O'Daly nº 4. Nombres: Margarita Leonor del Rosario. La inscribió en el Registro Civil su tío José Cabrera-Pinto López, por ausencia de su padre. (Inscripción en el Registro Civil de Santa Cruz de la Palma: libro 29 de nacimientos, folio noventa bajo número 89).
Cambió su primer apellido "Cabrera" por "Cabrera-Pinto" (instancia en S.C. de la Palma, 2 de junio de 1951).
Llamada "Nena" por sus nietos.
Vivió en Santa Cruz de La Palma, en La Laguna y en Santa Cruz de Tenerife (ver notas de sus padres).
Casó con un viudo, Pedro Villamandos, en la Iglesia de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife. Tras tener dos partos (de uno nacieron mellizos: Fernando, y Estéban que murió pronto; del segundo nació Margarita) quedó viuda, con sus hijos y los 3 hijos e hijas del primer matrimonio de su marido. Funcionaria de Telégrafos, trabajó y sacó adelante a la familia. Habiéndose arruinado sus padres, se puso a trabajar. Ella y su hermana Marietta fueron de las primeras "señoritas de buena familia" que trabajaron en las islas Canarias, ya que había bastantes que, arruinadas, pasaban apuros económicos porque no estaba bien visto lo de ponerse a trabajar. Hubo muchas que siguieron su ejemplo.
De muy buen carácter, era conocida su práctica de "dejarse engañar" (parecía creer siempre en las buenas intenciones de la gente, aunque a traves de algún comentario ó detalle se podía ver que de tonta no tenía un pelo, sólo que prefería pensar lo mejor de cada cual).
- Contaba que, viviendo en Santa Cruz, "había" que ponerse sombrero para ir a La Laguna (principios del siglo XX), pues allí vivía la aristocracia insular.
- LA CASA ENCANTADA: la última casa en la que vivió con su marido, sólo unos meses, en la que éste murió (Santa Cruz de Tenerife, calle Dr. Comenge -luego San Francisco- nº 101), fue escenario ya antes de la muerte de aquél de fenómenos inexplicables: ruidos de vajillas y cristales rotos sin que se encontrara nada, carcajadas, gritos, golpes en habitaciones, etc..., y "apariciones" vistas por los niños de la familia que las aceptaban como algo natural con el consiguiente pánico de los adultos. Tras enviudar, no soportó el estar sola con los niños en semejante "compañía", y se mudó a la que sería su casa desde 1925 hasta su muerte en 1959: el nº 16 de la calle de las Flores, luego Sabino Berthelot.
Tras morir su marido, el Consejo Supremo de Guerra y Marina acordó el 4 de mayo de 1926 una pensión de viudedad de 1.500 pesetas anuales para Margarita, en coparticipación con los hijos del primer matrimonio de su marido así como con los propios.
- Simpatizante del Partido Izquierda Republicana, como su hermana Marietta. Al estallar la Guerra Civil, unos vecinos la denunciaron por escuchar Radio Madrid, emisora de la República. Un grupo de la Falange se presentó en la casa y quiso llevarse al único "hombre" presente en la misma: su hijo Fernando, de 14 años. Margarita, sabiendo que aquellas detenciones (llamadas "paseos") terminaban en el asesinato de los apresados, se atravesó en la puerta, y amenazó a los falangistas con tener que matarla a ella si detenían al chico. Como viuda de un oficial del Ejército, logró ahuyentar por el momento a los falangistas, y se trasladó inmediatamente con su hijo al Gobierno Militar, donde contó lo sucedido a un oficial que había sido compañero de su difunto marido. Este le aconsejó afiliar a sus hijos e hijas al Frente de Juventudes de la Falange, a fin de paralizar las acciones de persecución ó las denuncias que pudieran emprenderse. Así lo hizo, no permitiendo a partir de entonces que se criticara a Franco, ni que se oyera Radio Madrid, y teniendo discusiones con su madre y con su hermana Marietta, abiertamente pro-republicanas. Todo el mundo pensó siempre que era de derechas, hasta que, llegada la democracia a finales de los años 70 (veinte años después de su muerte), su hijo Fernando, y un antiguo compañero de Margarita en Telégrafos contaron todo lo ocurrido. Incluso el resto de sus hijos, ausentes de la casa en el momento de la "visita" de la patrulla de la Falange, ignoraban toda la historia.
Durante la Guerra, la familia debió evacuar las habitaciones de la azotea, ya que los antifranquistas utilizaban éstas para hacer guerrilla urbana por las noches.
Desde los años 40 y hasta su muerte tuvo una perra llamada "Queen". Tras su muerte, su hermana Marietta se llevó a "Queen" a su casa.
Cuando se casó su hija Margarita, ésta se quedó en su casa con su marido, y allí viviría la familia hasta el 8 de diciembre de 1966.
Problemas de corazón y circulación. Varios años antes de su muerte sufrió un derrame cerebral que la dejó disminuida física y psíquicamente hasta su fallecimiento.
Enterrada en el cementerio de Santa Lastenia, de Santa Cruz de Tenerife (nicho nº 4, fila 1ª, bajo interior, del patio San Benedicto). En el mismo nicho fueron depositados en agosto de 1966 los restos del nieto de su marido, Luis Fernando Cabrera Villamandos, que habían sido trasladados desde su nicho original (nicho 67, fila 4ª, patio 9).
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