Notas |
- Tras una fructífera vida en la corte castellana como valido de los reyes Enrique III y Juan II de Castilla, su apoyo al infante Enrique de Aragón y su consiguiente participación en el Golpe de Tordesillas, fueron la causa de su caída en 1422, perdiendo su cargo de condestable y siendo desposeído de sus bienes, falleciendo en su destierro en Valencia acogido a la tutela de Alfonso V de Aragón.
En la minoría de edad de Juan II de Castilla, fue partidario fiel de Fernando de Antequera y, posteriormente al nombramiento de este como rey de Aragón bajo el nombre de Fernando I de Aragón, de sus hijos los infantes de Aragón, especialmente de Enrique de Aragón. Su apoyo a este infante fue causa de su caída en 1422, perdiendo su cargo de condestable, que pasó entonces al joven cortesano Álvaro de Luna, mano derecha de Juan II. Apoyó el Golpe de Tordesillas de julio de 1420 por el que Enrique tomaría el control sobre su primo Juan II de Castilla y de toda la corte castellana y fue acusado de tratos con los moros para entregar el castillo de Jódar y los tesoros que en él guardaba, por lo que la fortaleza fue sitiada por tropas del rey.
Pero el rey Juan II tras ser obligado a contraer matrimonio en Ávila muy poco después con María de Aragón, hermana de Enrique, se apoyó en Álvaro de Luna para librarse del control de su primo y del condestable y hallándose en Talavera de la Reina huyó con el de Luna una noche de finales de noviembre de 1420, encontrando refugio en el castillo de La Puebla de Montalbán. El cerco infructuoso al castillo por parte de las tropas de don Enrique inició su caída en desgracia y la del condestable. Tuvieron que huir; en el caso del condestable a buscar refugio al reino de Aragón, junto a la infanta doña Catalina, esposa de Enrique de Aragón. Éste, en cambio, fue llevado preso a las mazmorras del castillo de Mora.
En una muy meditada operación, Álvaro de Luna consiguió en 1423 que el rey Juan II de Castilla procesara al condestable Dávalos en falsa acusación por supuestos tratos con los musulmanes para despojarle de sus bienes y honores. De hecho el de Luna se apropió de su título y patrimonio. No regresó nunca a Castilla, sino que murió desterrado en Valencia, acogido a la tutela del rey Alfonso V de Aragón, el 6 de enero de 1428.
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